La Editorial
02/12/2021
La incorporación de más de 160 mil hectáreas de Chimalapas a Oaxaca, resuelta por la Corte encendió un nuevo foco de alerta en Chiapas.
La decisión jurisdiccional desató miedos, recelos, resentimientos y viejas afrentas por disputas de límites y hasta de posesión y propiedad de tierras.
Los ejidatarios chiapanecos aseguran que defenderán su terruño hasta con la vida; asimismo, fijaron que no cederán ni un centímetro de las superficies.
El fallo del Máximo Tribunal a favor de los oaxaqueños coincidió con la aparición de un grupo armado en el lado chiapaneco, denominado guardias comunitarias.
El caso Chimalapas está en un impasse, mientras se resuelve a qué estado corresponderá la administración de la franja limítrofe.
En espera de la decisión y los acuerdos políticos, cinco de los 17 ejidos acordaron que seguirán la lucha para defender su territorio.
No están de acuerdo en integrarse a Oaxaca y advierten que continuarán pugnando y defendiendo sus derechos, lo cual es viable en tanto no detonen las armas ni la violencia.