La Editorial
07/10/2021
Diputados de la 68 Legislatura estatal, que recién iniciaron funciones gozan, el alto privilegio de representar y servir a los ciudadanos.
Por encima de intereses políticos, escuchar y atender las demandas populares deben ser la razón y las causas que impulsen los trabajos del Legislativo.
El compromiso es asentarse en la labor para todos, respetar las normas y ejercer con legítima representación la soberanía que es la voluntad popular depositada en las urnas.
Un principio básico es el debate de ideas y propuestas entre las diferentes corrientes políticas e ideológicas, encarnadas en los partidos políticos.
Las batallas en tribuna y en las comisiones legislativas deben basarse en la discusión con argumentos válidos y sustentados con respeto, tolerancia y decoro, sin ruidos, infamias ni calumnias.
Los legisladores, hombres y mujeres se diversa índole, deben pugnar por fomentar la cultura de la legalidad, la transparencia y la honestidad, no como mero discurso sexenal, sino como ejercicio público.
Sumar, proponer y construir la agenda legislativa para el buen gobierno y el bienestar común son los objetivos que deben guiar a los nuevos diputados.