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Jared, de 5 años de edad, murió a causa de una bala perdida el domingo por la madrugada.
El niño estaba jugando fuera de su domicilio en Culiacán, cuando sus familiares lo vieron desplomarse, al revisarlo se percataron que tenía una herida en la cabeza, cercana al cuello.
Inmediatamente fue traslado al Hospital Pediátrico de Sinaloa por medio de un vehículo particular. No obstante, murió horas más tarde.
Sin embargo, Jared no fue el único niño que resultó impactado por una bala perdida esa noche, puesto que, igualmente se reportó el ingreso hospitalario de un menor de siete años, quien fue víctima de los pistolas bravas.
En este caso, los padres al ver que el niño empezó a llorar y quejarse notaron que tenía una herida de bala en la espalda.
Se estima que al menos otras dos personas fueron alcanzadas por bala perdida en Sinaloa, aunque las autoridades no han revelado el recuento oficial.
Fuente: Milenio
