El presidente estadunidense, Donald Trump, no es médico, pero está convencido de sus dotes científicos, y la pandemia de coronavirus le ha proporcionado un escenario perfecto desde el cual promover sus teorías. Anunció el lunes, para el asombro general, que llevaba semana y media tomando hidroxicloroquina como medida preventiva contra la covid-19.
Aunque Trump aseguró haber “oído muchas buenas historias” sobre ese medicamento contra la malaria, su uso contra el coronavirus no ha sido validado y los reguladores estadounidenses advierten que puede ser muy peligroso.
En realidad, el anuncio del mandatario no fue tan sorprendente. El multimillonario elige a menudo su propio camino en cuestiones de ciencia, incluso en plena pandemia, por ejemplo en abril, durante una rueda de prensa con altos funcionarios de la salud, Trump preguntó si no se podría inyectar desinfectante industrial a los pacientes de coronavirus.
Ante el revuelo causado por sus declaraciones, Trump dijo al día siguiente que sus palabras habían sido sarcásticas, aunque no hubiera ningún tono sarcástico en su voz.
Fuente Milenio