La Editorial
20/12/2022
En Chiapas, cerca de mil 200 policías servían a particulares y familiares de funcionarios; aquello era vergonzoso e indignante.
Esa situación fue humillante para las corporaciones policíacas de Chiapas. Así lo recordó el gobernador Rutilio Escandón Cadenas .
Aquella malversación quedó atrás, porque con esos gastos indebidos después se reorientaron y adquirieron
armas patrullas, equipos tácticos y uniformes en el gobierno actual.
Al inicio de este sexenio se reintegraron a los agentes del orden público que estaban al servicio de particulares, funcionarios y de sus familiares, y que, en ocasiones, eran utilizados para cuidarlos en fiestas y en trabajos domésticos.
Esos lujos generaban un gasto superior a 100 millones de pesos al año, porque se pagaban también viáticos, hoteles, gasolina para automóviles.
Esa práctica, además de degradante y ofensiva para los policías fue también muy injusta en un Chiapas pobre y marginado.
El desafío institucional debe ser la consolidación de una modernizada cultura de seguridad, respeto, convivencia pacífica y paz social.
Una cultura, que sobre todo, restituya la credibilidad a la institución policíaca y la confianza a ésta de la población.