La Editorial
08/06/2023
El pueblo tzotzil de Zinacantán, protestó contra la marca Dior que el 20 de mayo presentó en la Ciudad de México la prenda “gabán” que, según los quejosos, es una copia del atuendo tradicional que usan los varones de ese municipio originario.
La Sociedad Civil Organizada de la Cultura Zinacanteca, argumentó que la prenda presentada por una modelo, además de ostentar ligeros cambios y mutilaciones, la abertura central es más larga de lo normal.
Abertura, a diferencia de como lo usan los habitantes de Zinacantán; es decir, los snich cortados a la mitad que son borlas, o hilos trenzados, que cuelgan de los lados y unen cada lado de la prenda, y además le agregaron un cinturón.
Lo cual para los pueblos originarios, y particularmente, Zinacantán, en la región Altos de Chiapas, “es un claro plagio y apropiación”.
Se trata de una apropiación del diseño de la prenda original llamada pok’u’ul. A ese diseño original de Zinacantán le realizaron ligeras modificaciones y la etiquetaron como creación propia con la mención de que fue inspiración y colaboración de una cooperativa de otro municipio.
Estos plagios de productos y artesanías realizados por las grandes marcas internacionales son practicados en otros regiones del país Esas acciones recuerdan la depredación histórica en el continente americano.
El gobierno es negligente y omiso en la defensa del patrimonio cultural y tradicional de los pueblos originarios. Son los agraviados y las organizaciones civiles las que sacan cabeza para frenar y evitar esos abusos y ultrajes.
