Tapachula, Chiapas. Desde el 1 de octubre, fecha de inicio de la campaña de vacunación contra la influenza en este municipio, la jornada ha enfrentado dificultades considerables. Se ha desarrollado de manera parcial debido a la percepción de que no existen las condiciones adecuadas para instalar módulos de atención y para que los trabajadores de la salud permanezcan en las calles administrando las dosis. La persistente psicosis provocada por actos de inseguridad es el principal factor que contribuye a la incertidumbre que prevalece en toda la sierra de Chiapas.
Es importante resaltar que en la zona sierra mariscal de Chiapas, los municipios de Frontera Comalapa, Amatenango de la Frontera, Mazapa de Madero, Motozintla, El Porvenir, Siltepec, Bejucal de Ocampo y Honduras de la Sierra, han experimentado severos problemas debido a la presencia de grupos armados. Estos incidentes han causado disturbios y pánico entre los habitantes de la región.
Se estima que en estos municipios residen más de 290 mil personas que se encuentran vulnerables a enfermedades, especialmente durante la temporada de frentes fríos. A pesar de que la campaña de vacunación contra la influenza inició a principios de año, no se está llevando a cabo al cien por ciento. Esto ha generado preocupación entre los pobladores.
Aunque la aparente tranquilidad reina en algunos lugares, muchas familias viven atemorizadas y se mantienen resguardadas en sus hogares. El comercio en estas poblaciones se ha visto notablemente reducido. Si bien es cierto que existe una campaña de vacunación, su avance es excesivamente lento debido a la falta de módulos de atención. Los trabajadores de la salud han salido a las calles casa por casa, aunque no lo hacen a diario, ya que viven con temor. Trascendió que hay suficientes vacunas, lo cual es motivo de preocupación, especialmente en estos municipios que experimentan bajas temperaturas en esta temporada.
En estas comunidades, los habitantes aún no han podido retomar sus actividades cotidianas con normalidad. La situación en cuanto a salud y educación sigue siendo precaria, además se han registrado casos de dengue, principalmente en menores de edad, agravando el clima de inseguridad en el que viven.
Es importante recordar que se han realizado dos marchas en busca de paz y tranquilidad, así como un paro de labores en el transporte. Sin embargo, la incertidumbre persiste y existe el temor de que los actos de violencia se reactiven, dado que no se han registrado recorridos de las fuerzas de seguridad en la zona.
/Mesa de Redacción/
